La vida va tramando las historias como quien hace una trenza cocida. La vida es un cuento que se escribe minuto a minuto, segundo a segundo. Buena escritora la vida, siembra historias que después cosechará, nada es azaroso. Destinos cruzados, finales abiertos, todo está en la escritura, y está todo desde el principio. Pero escribir, además de contar, es soñar con algo diferente, es imaginar un mundo nuevo y tener fe en que será posible. En la escritura no hay nada lineal, no existe el camino más corto, escribir es buscar rodeos para llegar a donde queres llegar. Cuando desperté en este mundo no encontraba salida, me angustiaba, me deprimía, pero la vida me dio la escritura que es como este pico con el que boqueto y boqueo sin parar, buscando la salida, soñando que al final del camino será posible un nuevo mundo.
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